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Oaxaca es uno de los estados en los que los insectos forman parte de la cocina tradicional, por ello es normal encontrar platillos con insectos de todo tipo y hasta condimentos.
Aquí te contaré cómo fue que surgió la popular sal de gusano de Oaxaca.
La sal de gusano es conocida por servirla con limones para los shots de tequila y acompañante de tu copa de mezcal, algunas personas lo ocupan para espolvorearlas en frutas como jícama, sandia, naranja, etc, y para sazonar diferentes guisados, desde tamales hasta mariscos.
La elaboración de la sal de gusano proviene de los antepasados de los antiguos pueblos prehispánicos que se dedican a recolectar el gusano de maguey o más bien conocido como “chinicuil” que se almacena en las pencas antes de maguey y que son una amenaza para la cosecha, por lo regular hay más gusanos en la temporada de (julio a septiembre) ya que se dejan expuestos al sol, para que se puedan secar y sean molidos con una mezcla de chiles y sal de grano.
Y como resultado quedaba una mezcla de sabores y olores en polvo anaranjada con algunos toques de café por los chiles que se le agregaban a la sal, es un producto con un sabor único que resalta el sabor de los alimentos y le da una profundidad aromática única. Actualmente los chefs catalogan la sal de gusano como ingrediente gourmet para sazonar los platillos.
Podemos percatar que la mezcla de la sal de gusano y mezcal es una excelente combinación, no existe aún un vínculo entre ambos productores, pero es común verlos juntos en eventos gastronómicos, ya que es un manjar de la cultura oaxaqueña que te ofrece a degustarlo y apreciar la combinación de sabores, gracias a su sabor concentrado picante y ligero al paladar.
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¿Qué esperas para probarlo?